miércoles, 9 de junio de 2010


Excelente. Así es como volvía a definir la añada 2009 el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, José Trillo, durante la presentación de los Vinos Jóvenes y Jóvenes Roble, que tuvo lugar ayer en Burgos. Una cita en la que participaron 38 bodegas y que pretendió mostrar que, «aunque desde la Ribera cada día se mira más hacia el mundo, no se olvida que el primer mercado debe ser el más cercano», sentenció Trillo.
Muestra de ese principio de proximidad fue el galardón otorgado a la Cámara de Comercio de Burgos, que recibió en la figura de su presidente, Antonio Méndez Pozo, una placa en reconocimiento al apoyo a los caldos ribereños.
De hecho, las bodegas de la Ribera han participado en la docena de acciones de promoción internacional lideradas directamente por la entidad cameral. Un paso que «da una primera idea del empuje y del espíritu emprendedor de estas empresas», aseguró Méndez Pozo, quien explicó a los bodegueros que en «estos momentos de crisis de confianza» es cuando «el trabajo, la profesionalidad y la seriedad» son fundamentales para seguir hacia delante.

Caldos elegantes

Durante la presentación también estuvo presente Agustín Alonso, director técnico, quien fue el encargado de recordar que después de una añada 2008, «muy difícil», vino un 2009 en el que el panorama «cambió». Así, después de un invierno frío y la primavera y el verano cálidos-junto con las escasas precipitaciones-, «se consiguió una maduración tardía de la uva». De este modo, se obtuvieron «vinos elegantes» como «la expresión pura de la fruta», concluyó Alonso.